Seguro que, cuándo eras pequeño, habías jugado alguna vez a construirte tu propia cabaña con mantas y cojines. De repente, la cama se convertía en un fuerte en el que nadie más podía penetrar, a salvo de conocer la contraseña que hacía que «se abrieran las puertas». Y, mientras la normalidad reinaba en el resto […]