Malasaña siempre será Malasaña, el auténtico hervidero de ideas y creatividad en el centro de Madrid. Allí, en un edificio de 1904, uno de sus apartamentos acaba de cobrar una nueva vida. Casa Morillas es el nuevo espacio de trabajo de la consultora de marcas Morillas. Un lugar que se presenta como algo más que un entorno de trabajo, un espacio donde el pasado y el presente se encuentran a través de elementos originales y piezas contemporáneas. ¿La clave? Un diseño que respeta la esencia de su arquitectura histórica y la potencia con la intervención de nuestros interioristas y una propuesta de alta sensibilidad estética.

Creditos: Javier Bravo

El equipo ha jugado un papel transformador en este proyecto, dotando a Casa Morillas de una calidez visual que respira autenticidad. La combinación de muebles contemporáneos, líneas curvas y una paleta de colores audaz logra crear un ambiente que resulta tanto acogedor como inspirador. El objetivo no era solo crear un espacio de trabajo, sino un lugar de reunión que abra sus puertas a marcas y profesionales en busca de un lugar en el que compartir ideas y experiencias.

La consultora, que ocupa el sexto puesto entre las mejores agencias de branding a nivel mundial según la World Brand Design Society, ha encontrado en nuestra esencia mediterránea y servicio de interiorismo un aliado que comparte su pasión por el diseño y los valores de creatividad y autenticidad. Para Marc Morillas, CEO de la consultora, esta sinergia ha sido esencial: «Queríamos un espacio abierto que fuera mucho más allá de una oficina; necesitábamos un entorno inspirador donde conectar y dialogar».

Creditos: Javier Bravo

Casa Morillas, ubicada en la emblemática calle del Pez, es más que una nueva sede. Es un espacio abierto a la comunidad y a las marcas, donde cada rincón refleja la cuidadosa elección de materiales y piezas de diseño que nos caracterizan. La madera de teca, el cemento blanco y la cerámica, presentes en el mobiliario, enfatizan una estética mediterránea que equilibra la modernidad con la esencia histórica del edificio.

El toque final lo aportan las obras de arte de Antonio Morillas, que salpican las paredes y establecen un diálogo visual con los muebles, creando un ambiente único en el que cada elemento parece contar una historia.

Creditos: Javier Bravo

Diseño modular, personalizado y muchas curvas: la apuesta de nuestros interioristas para espacios flexibles

La modularidad y personalización de nuestras piezas ha permitido una versatilidad que se adapta a las diversas necesidades del espacio. Este tipo de mobiliario hace sencillo reconfigurar el entorno y transformar las distintas estancias de acuerdo con la ocasión o el tipo de evento. Esta funcionalidad va de la mano con el concepto de espacio abierto y de interacción. Así se trabaja en 2024.

Creditos: Javier Bravo

Las curvas son otro de los elementos protagonistas en Casa Morillas. Esta característica, presente, por ejemplo, en los sofás de la colección Martina, añade un toque contemporáneo e invita a un recorrido visual armónico, relajado. Las formas redondeadas, lejos de ser simples detalles decorativos, aportan esa sensación de fluidez y suavidad que rompe con las líneas rectas y los ángulos rígidos típicos de la arquitectura clásica, creando un contraste que, lejos de chocar, enriquece la estética del espacio.

Creditos: Javier Bravo

Un espacio que respira comunidad y creatividad

Casa Morillas, al igual que Malasaña, es un lugar donde confluyen creatividad, historia y modernidad. Este espacio está diseñado para convertirse en un punto de encuentro de ideas y talentos, una extensión de la comunidad vibrante y dinámica que caracteriza el barrio. Nuestro diseño enfatiza esta apertura al mundo. Aquí todo el mundo se siente como en casa.

Creditos: Javier Bravo

Desde la entrada hasta las áreas de trabajo, cada rincón de Casa Morillas parece tener un propósito definido: ser un lugar donde los profesionales se sientan inspirados a pensar de forma creativa y a compartir sus experiencias en un entorno que promueve la colaboración. Es un espacio que ha sido pensado para fomentar la conexión, uniendo distintos puntos de vista: pasado y presente, diseño y funcionalidad, creatividad y profesionalidad.

Periodista gallego afincado en Madrid, a Aleks le gusta escribir sobre interiorismo, diseño, viajes o cualquier tesoro escondido que caiga en su radar. Licenciado por la Universidad Complutense de Madrid, el edificio brutalista de su facultad quizá tuvo algo...

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