La Navidad está a la vuelta de la esquina y ya podemos empezar a pensar en cómo queremos decorar la casa para la mejor y más festiva época del año. Los adornos navideños se convierten en los protagonistas de nuestros estilismos en el salón, el comedor e, incluso, el recibidor. Una pequeña estancia que, aunque parezca que puede pasar desapercibida, es la primera impresión del hogar.
Así que debemos asegurarnos que todo en ella invite a darle la bienvenida a esta celebración tan marcada en el calendario. Pero, ¿cómo exactamente? Nuestro equipo de estilistas te desvela tres trucos infalibles para conseguir que este rincón de tu casa brille en todo su esplendor estos días.
1. Utiliza colores cálidos y piezas artesanales
“El invierno es una estación que invita a recogerse en el interior para disfrutar del calor. Haz que tu welcome home sea acogedor utilizando colores cálidos y profundos. El color Brown Oak y Verde Musgo se convertirán en tus perfectos aliados”, introducen los expertos en decoración de la casa. Con esta gama cromática conseguirás crear una atmósfera festiva que, a su vez, desprenda ese toque de elegancia y confort que pide un recibidor decorado de Navidad.
Esta paleta de colores se caracteriza por su versatilidad, cosa que permite replicar sus tonalidades sobre distintos materiales, acabados y texturas. De modo que puedes crear una transición visual desde el recibidor, hacia el resto de la casa. ¿Cómo? Siguiendo la conexión entre estas notas de color navideñas implementadas a largo de las estancias.
Nuestros estilistas, además, aconsejan “utilizar materiales honestos que aporten calidez al recibidor y jugar con los contrastes”. Si tienes espacio en el recibidor, coloca una corona luminosa que aporte ese toque de luminosidad navideño y apuesta por un mueble con carácter, como el aparador Onix; fabricado con materiales nobles e inspirado en la cultura japonesa.
Este mueble es perfecto para exhibir esas piezas artesanales que elevarán el nivel del recibidor para convertirlo en un lugar único y distinguido esta Navidad. Puedes elegir desde una pieza de cerámica hecha a mano, hasta una obra de arte. Que, colocada en el lugar idóneo, aportará al espacio ese cariz de identidad propia que solo se podrá encontrar en tu casa.
2. Haz que se impliquen todos tus sentidos
La decoración puede llegar a ir más allá de lo visual, y ser percibida con el resto de los sentidos. Nuestros especialistas lo tienen claro: “no olvides colocar un aroma dulce, que te conecte con ese momento de relajación y bienvenida a tu cueva”. Adornar tu recibidor con una vela aromática no solo subirá el nivel decorativo, también marcará la esencia con la que se identificará tu casa. Cada vez que tus invitados perciban ese olor de nuevo, los transportará directamente a las cenas y veladas compartidas en tu mesa de Navidad.
Implica también el resto de sentidos incorporando en el banco del recibidor detalles como un cojín gustoso de efecto pelo, por ejemplo, o cuelga unos cascabeles en el pomo de la puerta que despierten el oído de todo aquel que entra por ella. Ahora bien, si quieres ganarte a tus invitados por completo, deja encima de la mesa del recibidor una caja de bombones para que las despedidas sean un poco más dulces.
3. No te excedas con la decoración navideña
Por último, un consejo fundamental: acógete al minimalismo. Como defendería Marie Kondo, a veces -y sobre todo en estas épocas festivas- queremos abarcar demasiado con la decoración y acabamos por excedernos, creando un ambiente abarrotado que puede llegar incluso a perder su funcionalidad.
Recuerda que el recibidor, además de ser un espacio muy pequeño, “es la primera conexión o sensación que sentirás al llegar a tu casa, así que asegúrate de tener un espacio que transmita tranquilidad, orden y relajación. Por eso, reduce los objetos y elige bien que colocar sin excesos”, sentencian los estilistas.